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El evento ocurrió el 11 de marzo de 2013 a la altura del bloque 225.430 de la red de Bitcoin.
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La bifurcación ocurrió de forma accidental, luego de una actualización de los nodos bitcoind.
Desde la creación de Bitcoin se han llevado a cabo más de 15 bifurcaciones de su protocolo, siendo la mayoría cambios consensuados por la comunidad. Sin embargo, también se tiene registro de eventos inesperados que han puesto en jaque el registro de sus operaciones, tal y como ocurrió este mes hace ocho años.
Para contar esta historia es necesario viajar en el tiempo hasta el 11 de marzo del 2013. Fue en esta fecha, en horas de la mañana, cuando usuarios de Bitcoin empezaron a reportar información extraña proveniente de la red. Por ejemplo, algunos desarrolladores señalaban que la blockchain acababa de alcanzar el bloque 225.431, mientras que otros afirmaban que en realidad recientemente se había minado el bloque 225.430. Es decir, existía una diferencia de un bloque en los registros de distintos servidores.
Para ese momento del día aún no sabían que había ocurrido una bifurcación dura (hardfork) inesperada, y que en realidad estaban viendo los registros de dos cadenas paralelas. Exacto, para aquel entonces existían dos blockchains de bitcoins minándose al mismo tiempo. Esta situación ponía en peligro el funcionamiento de la red, puesto que un sistema monetario no puede tener dos libros contables al mismo tiempo y seguir funcionando como dinero.
Lo que tampoco se sabía para ese momento, y que se descubrió poco después, es que una actualización en el cliente de nodo bitcoind es lo que había producido la bifurcación no planificada. La comunidad estaba frente a un hard fork accidental que debía ser solucionado cuanto antes para evitar el desplome del precio de bitcoin y mantener orden en el consenso de la red. Es así como inicia una odisea que duró 24 bloques, un aproximado de seis horas, donde Bitcoin tuvo dos redes.
¿Qué ocurrió en Bitcoin ese marzo del 2013?
La bifurcación ocurrió en plena migración del código de bitcoind (BerkeleyDB) a uno más avanzado (LevelDB), debido a que los desarrolladores de este software introdujeron accidentalmente un cambio en las reglas del protocolo de Bitcoin. El nuevo cliente había eliminado un límite de bloqueo de la base de datos que es vital para el almacenamiento de información y transacciones en la red. Mientras en Bitcoin el bloqueo es de 10.000 BDB (big data block) según sus reglas de consenso, esta nueva versión del cliente bitcoind no poseía ninguna limitación.
Debido a ello, se generó una red alternativa que poseía este «nuevo» protocolo de Bitcoin, la cual estaba siendo operada por todos aquellos nodos que habían actualizado a la nueva versión de bitcoind. Hay que tomar en cuenta, además, que bitcoind era para aquel entonces uno de los clientes más utilizados por los mineros de la red. En este sentido, la nueva cadena de bloques tuvo la capacidad de crecer incluso más rápido que la original y llegó a adelantarla por 13 bloques.
La bifurcación inició en el bloque 225.430, y con la movilización de las principales empresas de aquel entonces —BitPay, BitcoinStore y Mt.Gox—, junto con los operadores de minería se logró revertir la bifurcación y dejar que la cadena original tomara liderazgo. Los operadores de nodo simplemente revirtieron la actualización de bitcoind, volviendo a instalar la versión anterior (la 0.7.2) y todo volvió a la normalidad para el bloque 225.454.
Sin embargo, el suceso trajo consigo varias consecuencias. Por ejemplo, se reportaron pérdidas en ganancias mineras de 26.000 dólares, puesto que los mineros de la cadena que se desechó reclamaron recompensas de 25 BTC por bloque minado. A sabiendas de que se minaron un total de 24 bloques en paralelo, esto representa unos 600 BTC, que al día de hoy tendrían un valor de más de 35 millones de dólares. Asimismo, también se reportó un doble gasto de 10.000 dólares procesado desde la plataforma OkPay.
A pesar de las pérdidas, la realidad es que, aunque este evento produjo serias críticas en la seguridad del consenso de Bitcoin, no ha sido el suceso más preocupante de su historia. Por ejemplo, en el 2010 se reportó un error en el protocolo de Bitcoin que generó una transacción que contenía dos salidas con un total de 184 mil millones de BTC.
Un monto que representa mucho más del suministro total que tiene la red programada para emitir (que son 21 mil millones de BTC). Debido a esta situación, se tuvo que publicar una nueva versión del software de Bitcoin, el cual arregló el error y permitió que la red mantuviese su funcionamiento.
Para el 2015, tres años después de la bifurcación inesperada del 11 de marzo, se volvió a reportar un hardfork accidental. No obstante, esta situación se resolvió relativamente rápido, y solo se crearon seis bloques paralelos antes de que los mineros volviesen al consenso de la red original. Una serie de eventos que ha dejado cicatrices de guerra sobre Bitcoin, pero que también la han convertido en una red más robusta y resiliente a este tipo de eventualidades.