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Según Milei, el peso argentino no sirve como reserva de valor ni como unidad de cuenta.
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Para él, los que están en contra de bitcoin son enemigos de la sociedad.
«El peso no vale ni como excremento», sostuvo el economista argentino Javier Milei el 8 de diciembre en su paso por LaBitConf 2020. Por el contrario, dijo que bitcoin le cae «muy simpático» porque «le devuelve a la gente lo que es de la gente: el dinero».
Milei, que se define como liberal libertario y anarcocapitalista, explicó que Argentina «no solo perdió su reserva de valor, sino que también perdió la unidad de cuenta». «Las transacciones importantes ya no se hacen en pesos, sino que se hacen en dólares», mencionó.
El economista, que se declara «partidario de las monedas privadas» entiende que adoptar bitcoin como moneda masiva de uso corriente sería una tarea difícil. «Vos lo podrías tener como moneda, pero los Estados se van a resistir a eso», argumentó. Insistió con el tema al decir que bitcoin «va en contra de los intereses de los choros (ladrones) de los políticos».
Los que están en contra [de bitcoin y las monedas privadas] son los que están a favor del Estado, es decir, los enemigos de la sociedad. Porque en el fondo, el Estado es el enemigo de la sociedad.
Javier Milei, economista.
Tal como informó CriptoNoticias, en 2021 Milei se presentará como candidato a diputado. Una de sus metas en la política es eliminar el Banco Central. «La intervención del Banco Central siempre produce daño», aseguró en LaBitConf y agregó que el daño puede darse «controlando la emisión de dinero o controlando la tasa de interés».
Tras hacer un repaso histórico de cómo la intervención del Banco Central afectó a la economía de su país, el economista sostuvo que «tiene sentido que la sociedad argentina sea tan activa en el uso de las criptomonedas».
Historias argentinas de emprendimientos con bitcoin
Milei no estuvo solo en LaBitConf sino que compartió un panel de diálogo con los emprendedores Nicolás Bourbón, Camilo Crista, Florencia Ravenna y Manuel Beaudroit, con la moderación de Gonzalo Blousson. Tras las reflexiones iniciales del economista, conversaron sobre sus experiencias en el desarrollo del ecosistema de Argentina.
Bourbón, quien en 2013 intentó poner en marcha uno de los primeros exchanges en el país sudamericano, recordó todas las trabas que tuvo para su emprendimiento. «Estábamos con todo tipo de restricciones», mencionó y aclaró que, aunque tenían todo en regla para funcionar, no lograban que ningún banco les abriera una cuenta. Tras el hackeo a Mt.Gox, la situación con los bancos se hizo más ardua y Bourbon desistió de su idea.
Beaudroit siguió un camino parecido, aunque lo hizo un año después y consiguió el apoyo de pequeños bancos locales. Tras fundar CriptoCueva, ConectaBitcoin y CriptoCambios, en 2014 construyó el exchange Bitex.
De todos modos, Beaudroit también dice que los primeros tiempos fueron difíciles. «Si entrabas a algunos bancos y decías ‘bitcoin’, llegaba el equipo de compliance. Había mucha persecución, mucho miedo y sobre todo mucha falta de conocimiento, por parte de los bancos, sobre lo que estábamos tratando de hacer», recuerda.
La innovación es como el agua. Al agua no se la puede detener, se la puede entubar o se puede construir una represa. La represa va a terminar ahogando a la gente que está del otro lado. Lo mejor es dejarla correr y de forma segura para que la gente pueda prosperar.
Manuel Beaudroit, fundador de Bitex.
Diferente fue la situación de Crista, quien en 2018 creó el exchange Qubit. «Tuvimos un poco más de suerte, no fue que nosotros sabíamos algo más que Nico [Bourbon]», explicó. Lo cierto es que cuando comenzó su proyecto, según sus palabras «ya se estaba limpiando el nombre ‘bitcoin’». Eso le posibilitó tener rápido acceso a cuentas bancarias, porque desde los mismos bancos entendían el potencial comercial de un exchange de criptomonedas.
Por último, Ravenna, que es parte del equipo de operaciones del monedero Muun, sostuvo que, a pesar de todas las dificultades, hay dos grandes ventajas en emprender desde Argentina en productos relacionados con Bitcoin: una gran comunidad de usuarios dispuesta a brindar retroalimentación y desarrolladores que entienden los problemas que resuelven las criptomonedas.
Sobre los desarrolladores que trabajan en Muun, Ravenna sostiene: «Cuando trabajo con un equipo que entiende perfectamente lo que es el cepo cambiario, lo que es un corralito y los problemas de un servicio centralizado, es mucho más fácil alinear valores y cultura laboral».
«Un canto al anarcocapitalismo»
Tras oír las historias de los emprendedores y cómo la situación económica de Argentina los motivó a buscar alternativas para llevar adelante sus ideas, Milei reflexionó sobre lo que, para él, sería la sociedad ideal.
«El político argentino genera desastres regulatorios, confiscaciones, avances sobre la propiedad privada… y, obviamente, el individuo reacciona, trata de protegerse y genera un progreso tecnológico fenomenal», sostuvo Milei.
«El exceso de estado genera muchas cosas para que trates de sobrevivir porque la gente trata de buscar soluciones», dijo Milei y agregó que «cuanto más ladrones sean los políticos de un país, más creativos serán sus habitantes». Aun con las ventajas que esto podría tener, señaló que, en el largo plazo, esto destruye el valor.
El economista comparó la situación argentina con la de Singapur, un país que, según sus palabras, «funciona bárbaro». «Pero esa situación de tanta estabilidad no genera muchos incentivos para estar rompiendo cosas y mata la creatividad», explicó.
Según Milei, estos extremos sirven para ilustrar su convicción de que «el mundo ideal es anarcocapitalista»:
Lo que necesitamos es un caos espontáneo. Este es el caos que surge de la propia interacción de los agentes. No necesitamos gobiernos que lo potencien ni que lo apaguen, porque de una u otra manera terminan destruyendo el bienestar. Además, no necesitamos que el dinero lo provea un político ladrón porque lo podemos generar nosotros mismos. Por lo tanto, desde mi punto de vista, esto ha sido un canto al anarcocapitalismo.
Javier Milei, economista.