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Mallers lideró la adopción de Bitcoin en El Salvador junto con Nayib Bukele.
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Se espera ahora que Mallers defienda los ideales de bitcoin ante los grandes capitales.
Jack Mallers, el joven de Chicago que alguna vez predicaba las virtudes de Bitcoin (BTC) desde un armario vacío, ha recorrido un camino improbable: de ser un evangelista del principal activo digital del mundo a convertirse en un titán de las finanzas globales.
A sus 31 años, Mallers no solo es el CEO de Strike, una plataforma de pagos basada en Bitcoin, sino también el líder de Twenty One Capital, una firma de inversión respaldada por gigantes como Tether, SoftBank y Cantor Fitzgerald, que busca redefinir la acumulación de bitcoin en los mercados de capitales.
Su historia es la de un rebelde que, sin renunciar a sus ideales, ha escalado hasta los más altos círculos del poder financiero. Es curioso, pero recordemos que su punto de inflexión con bitcoin sucedió en nuestra región, aquí en Latinoamérica, en Bitcoin Beach de El Zonte en El Salvador.
Este pequeño pueblo costero se convirtió en un laboratorio para la adopción de Bitcoin, y Mallers, con su carisma y visión, jugó un papel clave en convencer al presidente Nayib Bukele de adoptar bitcoin como moneda de curso legal en 2021.
Mallers está convencido de que bitcoin es esperanza para un futuro mejor, subrayando su creencia en BTC como una herramienta para combatir la desigualdad económica y la inflación. Su trabajo en El Salvador lo catapultó como un líder en la adopción global de Bitcoin.
Ahora y luego de años de defender los fundamentales de bitcoin, Mallers está dando un salto monumental al asumir el liderazgo de Twenty One Capital, una compañía creada para acumular bitcoin y competir con gigantes como Strategy de Michael Saylor.
CriptoNoticias reportó recientemente que Twenty One, respaldada por una inversión inicial de USD 585 millones provenientes de Tether, SoftBank, Bitfinex y Cantor Fitzgerald, planea adquirir 42.000 BTC al momento de su lanzamiento, con una valoración de USD 3.6 mil millones. La firma, que se listará en Nasdaq bajo el ticker XXI tras una fusión con Cantor Equity Partners, busca ser “el vehículo definitivo para la exposición a bitcoin en los mercados de capitales”.
El respaldo de Cantor Fitzgerald, una firma con 79 años de historia y custodia de las reservas de Tether, marca un hito en la trayectoria de Mallers. Howard Lutnick, exdirector de Cantor y actual secretario de Comercio de EE.UU., y su hijo Brandon, presidente de Cantor Equity Partners, han apostado por la visión de Mallers.
Como señaló este periódico, esta alianza refleja la confianza en que Bitcoin prosperará en un contexto político favorable, especialmente bajo la administración de Donald Trump, que ha promovido políticas pro-cripto.
Transformación de Mallers dentro de un mundo de inversores «de traje»
La transformación de Mallers no ha estado exenta de desafíos. Su estilo irreverente, entrevistas en sudaderas, discursos apasionados desde closets, contrasta con las expectativas de los inversores institucionales acostumbrados a ejecutivos pulidos. Además, liderar simultáneamente Strike y Twenty One está generando preguntas sobre su capacidad para mantener el enfoque.
En una carta a los inversionistas de Strike, Mallers aseguró que su compromiso con la plataforma de pagos no flaqueará, enfatizando que ambos proyectos comparten un objetivo común: “Si Bitcoin gana, la humanidad gana”.
Filosóficamente, Mallers encarna una paradoja: un defensor de la descentralización que ahora opera en el corazón del sistema financiero centralizado.
Su mantra, “Bitcoin es el activo más escaso del mundo”, refleja su creencia en el activo digital como un refugio contra la devaluación fíat. Sin embargo, su incursión en Wall Street plantea preguntas sobre si podrá mantener su ethos rebelde mientras navega las complejidades de los mercados públicos. Como dijo en una entrevista con Bloomberg, “Medimos el éxito en bitcoin, no en fíat”.
El impacto de Mallers trasciende las finanzas. Su trabajo en El Salvador inspiró a otros países a explorar la adopción de Bitcoin, y sus predicciones sobre el potencial de BTC –como un aumento de hasta 1,486% en su precio actual– han captado la atención de inversores globales.
En un mundo donde la confianza en las instituciones se erosiona, Mallers ofrece una visión de empoderamiento económico, desde las playas de El Zonte hasta las salas de juntas de Nueva York.
El caso de Jack Mallers es un reflejo de la evolución de Bitcoin mismo: de un experimento marginal a un pilar del sistema financiero. Su capacidad para moverse entre mundos –del activismo bitcoiner al liderazgo corporativo– lo convierte en una figura singular.
Como él mismo tuiteó en abril de 2025, “Si podemos arreglar el dinero, podemos arreglar el mundo”. Este mensaje, que resonó en El Zonte y ahora en Wall Street, encapsula su legado.
A medida que Twenty One Capital se prepara para su debut en Nasdaq, los ojos del mundo financiero están puestos en Mallers. ¿Podrá este bitcoiner rebelde transformar la acumulación de bitcoin en una estrategia mainstream sin perder su esencia? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: Jack Mallers ya no es solo un evangelista de Bitcoin; es un arquitecto del futuro financiero.
En un mundo donde las ideas disruptivas a menudo se diluyen en el sistema, Mallers representa una rara combinación de idealismo y pragmatismo. Desde las olas de Bitcoin Beach hasta los rascacielos de Manhattan, su viaje demuestra que un rebelde puede convertirse en un líder sin dejar de ser fiel a su causa.