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Facebook ratifica que colaborará con los reguladores y que no competirá con los bancos.
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Todavía hay incertidumbre en el comité de finanzas del congresos sobre si libra es o no un valor.
En la interpelación a Facebook ante el Comité de Servicios Financieros del Congreso de Estados Unidos sobre el proyecto de la criptomoneda libra, este miércoles, varios congresistas manifestaron su preocupación sobre el impacto del lanzamiento de la plataforma, y algunos expresaron dudas respecto a que la red social mantuviese sus promesas de no dar usos inadecuados a la información financiera de sus usuario.
La presidenta del comité, Maxine Waters, inició la audiencia con serias acusaciones contra Facebook por acciones pasadas en las que permitió que se vulnerara la privacidad de los datos de sus usuarios. Este manejo inapropiado de la privacidad, reconocida en algunas instancias por Facebook, fue citado por varios de los representantes como una de sus mayores preocupaciones del proyecto Libra, junto al impacto que tendrá en el sistema financiero.
La importancia del saldo promedio
Michael San Nicolas, vicepresidente del comité y representante de Guam —no un estado, pero sí un territorio organizado de Estados Unidos—, preguntó a David Marcus, CEO de Calibra, cuál era su estimación del saldo promedio del monedero de Facebook, una vez que Libra estuviese en pleno funcionamiento.
«Congresista, no tengo la respuesta para esa pregunta», respondió Marcus, a lo que San Nicolás, respondió «No le creo». Los argumentos del congresista se centraban en que Facebook no podía haber iniciado un proyecto de tal envergadura, y convencer a 27 grandes corporaciones que inviertan 10 millones de dólares sin tener un estimado del volumen de libra que se manejará.
Si se trata de un mercado potencial de dos mil millones de usuarios, argumentó Nicolás, el saldo estimado promedio da una idea de la gran magnitud del proyecto. Si se asume un saldo promedio de USD 100, con mil millones de usuarios de Calibra, la cantidad en juego es de 100 mil millones de dólares.
Otras intervenciones demostraron la suspicacia de algunos de los congresistas. La representante del estado de Nueva York, Carolyn Maloney, por ejemplo, conminó al CEO de Calibra a comprometerse a «caminar antes de correr» e iniciar un programa piloto de Libra, con máximo un millón de usuarios, que permitiera a los reguladores estudiar su dinámica, antes de un lanzamiento global. Marcus evadió responder afirmativamente aunque si se comprometió a no realizar el lanzamiento de Libra antes de cumplir con todas las instancias regulatorias.
La representante de Ohio, Joyce Beatty, quien también dirige el subcomité de Diversidad e Inclusión, se refirió a la afirmación de Facebook de que Libra no competirá con los bancos. «¿Cómo puede Facebook dirigir su criptomoneda a los no bancarizados sin competir con los bancos?». A pesar de que Marcus repite que Libra y Calibra son esencialmente un servicio de pagos, la congresista insiste en que la actividad de tomar el dinero de las personas, facilitar su transferencia y coordinar el pago de bienes y servicios son actividades típicamente bancaria.
En un estadio muy preliminar del proyecto Libra, la actitud cautelosa del congreso se debe no solo porque lo considera, en la opinión de algunos de los congresistas, como una iniciativa de gran impacto en el sistema financiero, también los errores pasados de Facebook al no proteger la privacidad de sus usuario genera suspicacia en los reguladores sobre un tratamiento adecuado de su información financiera.