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El año pasado se dijo 47 veces que Bitcoin moriría.
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La adopción de Bitcoin sigue en crecimiento a nivel mundial.
Durante el 2022, mucha gente pudo decir que Bitcoin «murió», pero en 27 oportunidades este comentario vino de parte de personalidades o medios relevantes.
Si bien el hecho de poder tener, comprar, vender y pagar con bitcoin (BTC) hoy en día ya refuta las predicciones en contra de esta moneda digital, vale la pena dar un vistazo las razones que pueden impulsar a la gente a opinar de este modo.
Es importante destacar que estos «obituarios de Bitcoin» solo consideran artículos u opiniones dadas en inglés por personalidades con una vasta cantidad de seguidores o medios de alcance masivo. Además, el sitio web que los recopila aclara que debe tratarse de una declaración explícita afirmando que Bitcoin es o será inútil, sin dar pie a dudas sobre ello.
Los fantasmas de años anteriores
El año pasado (2021) se registraron 47 publicaciones que aseguraban que Bitcoin estaba en su lecho de muerte, es decir, más del doble que este año. Sin embargo, el año anterior (2020) solo hubo 14 entradas a este récord.
Uno de los motivos principales para la oscilación en la cantidad anual de veces que la gente dice que bitcoin se irá a cero es la tendencia del mercado cambiario de criptomonedas. En el 2020, la única caída importante de bitcoin estuvo entre febrero y marzo. De ahí en adelante, el precio de esta moneda empezó a subir vertiginosamente.
En el 2021, bitcoin rompió su ATH (precio máximo histórico) dos veces, en ambas oportunidades por encima de los USD 60.000 por unidad. Este tipo de alzas suele atraer a mucha gente nueva al ecosistema que solo llega con la intención de hacer dinero fácil y rápido apuntando a que el precio de BTC siga subiendo. El problema es que es imposible que el precio de un activo se mantenga perennemente al alza.
A mitad del 2021 hubo una caída cercana al 50% del precio de bitcoin, de los USD 63.500 a los USD 31.800. A pesar de que, en porcentaje, se trató de una caída similar a la del 2020 (de USD 10.300 a USD 5.300), fueron muchos más los afectados por la ola de nuevos compradores de BTC.
Con todo y que el precio de bitcoin volvió subir por encima de los USD 60.000 a finales de ese año, el último mes volvió a explotar la burbuja. Estas dos caídas pudieron ser las principales promotoras de mensajes que declaraban la «muerte» de Bitcoin en 2021.
Las estadísticas del 2022
Aunque la tendencia del precio de bitcoin fue bajista este año, con una caída de más del 60% entre enero y diciembre, los detractores de Bitcoin redujeron el ímpetu de sus ataques en comparación con el año pasado.
Como se aprecia en el gráfico anterior, la mayor cantidad de menciones sobre la «muerte» de Bitcoin ocurrieron en junio, tras caer en picada por un par de meses. Ese fue el desplome más violento del año.
La presidenta del Banco Central Europeo Christine Lagarde, el economista y escritor Peter Schiff y el Banco de la Reserva de La India, son algunas de las personalidades y entidades que afirmaron este año que Bitcoin y las criptomonedas morirían. Algunas de ellas vienen repitiendo esa opinión por años, pero Bitcoin sigue vivo.
Tal como lo afirma el resumen de adopción de Bitcoin de este año publicado por CriptoNoticias, la adopción de Bitcoin es cada vez mayor. En el 2022, la República Centroafricana siguió los pasos de El Salvador y nombró a bitcoin como «moneda de referencia de curso legal».
Este año también hubo un aumento del 20% en la presencia de cajeros automáticos de Bitcoin alrededor del mundo. Asimismo, entidades bancarias en Latinoamérica, Estados Unidos y Asia habilitaron servicios con criptomonedas para su clientela. Mientras tanto, los emisores de tarjetas de crédito y débito Visa y Mastercard también lanzaron productos relacionados con criptomonedas para sus usuarios.
Las ciudadelas donde Bitcoin es el centro de una economía circular también son símbolo del crecimiento de la adopción de esta moneda. Países como El Salvador, Argentina, Brasil, Honduras, Guatemala, Costa Rica y Filipinas han visto surgir este tipo de iniciativas de primera mano.