-
Garrido dice que la adopción de criptomonedas en Venezuela no para y se sigue extendiendo.
-
El especialista cree que el ecosistema de Bitcoin “no quiere chocar” con el sistema financiero.
Aníbal Garrido, asesor y director de la Academia BT&C de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), afirmó que los venezolanos cuentan con un panorama claro para el uso de bitcoin (BTC) y criptomonedas, alejado de la incertidumbre regulatoria que marcó años anteriores.
En entrevista con CriptoNoticias en el marco del evento LibertyCon 2025 que se celebró en Caracas la semana pasada, el especialista destacó que la adopción de criptoactivos en el país no se detiene y más bien se expande como una herramienta práctica para ciudadanos enfrentados a una crisis inflacionaria persistente. Garrido subrayó que estas opciones, como bitcoin, no buscan confrontar al sistema financiero tradicional, sino complementarlo.
La adopción, según Garrido, es un proceso en crecimiento constante, impulsado por la necesidad de alternativas ante la pérdida de poder adquisitivo. “Es una vía sencilla para un venezolano de a pie que ve cómo su ingreso se merma por una inflación que no tiene fin”, explicó.
Dijo que plataformas diversas y actores del mercado refuerzan esta tendencia, aunque la falta de estadísticas oficiales limita un análisis más preciso. Desde la academia, dijo, se trabaja en investigaciones que buscan aportar datos y claridad al fenómeno, explorando sus múltiples dimensiones.
Garrido ve en las criptomonedas una respuesta a contextos de crisis, no solo en Venezuela, sino en la región. En el país caribeño, el uso responde a una búsqueda de protección económica, mientras que, en naciones como México, Colombia o Brasil, predomina un enfoque comercial y transaccional.
“De las crisis vienen las oportunidades”, afirmó, convencido de que tocar fondo abre caminos para avanzar. Para él, la educación es clave: un sistema sólido y accesible permite a los ciudadanos tomar decisiones informadas, base para que cualquier ecosistema, incluido el de criptomonedas, prospere.
En la UCAB, la Academia BT&C, parte del ala de extensión universitaria, ofrece formación abierta sobre criptomonedas. “Si quieres aprender a recibir, gestionar o resguardar criptoactivos, la única restricción es tu interés”, señaló Garrido.
La receptividad dentro y fuera de la universidad es notable, con una mayoría de participantes externos buscando orientación para dar sus primeros pasos en este mundo. Esta iniciativa, que no exige requisitos técnicos complejos, refleja la demanda por herramientas prácticas en un entorno económico desafiante.
“No estamos en terreno gris”
Desde el punto de vista regulatorio, Garrido considera que el panorama ha evolucionado. “No estamos en ese gris previo al 2018”, afirmó, refiriéndose a un marco normativo que hoy permite a los venezolanos decidir libremente sobre el uso de criptoactivos.
Aunque el órgano rector, que es la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip) enfrenta una reestructuración desde 2023 y su dirección futura es incierta, el especialista se siente confiado como usuario y representante del ecosistema. “Puedo utilizar criptoactivos para mi beneficio y el de mi familia, y llevar esa posibilidad a otros”, dijo.
El crecimiento del uso de criptomonedas en Venezuela no es un fenómeno aislado. Como lo ha reportado CriptoNoticias, desde 2019, el volumen de transacciones en BTC y otras monedas digitales ha aumentado, especialmente en plataformas peer-to-peer (P2P).
La hiperinflación y las restricciones al acceso a divisas extranjeras han empujado a miles de ciudadanos a explorar estas alternativas. Además, comercios, desde pequeñas tiendas hasta servicios profesionales, aceptan pagos en criptoactivos, evidenciando una integración progresiva en la vida diaria.
Bitcoin no quiere confrontar
Garrido insistió en que el ecosistema de Bitcoin no pretende chocar con el sistema financiero establecido. “Tienes un plan A, un plan B y un plan C”, explicó, presentando a BTC y otras criptomonedas como opciones complementarias. Esta coexistencia, según él, fortalece la resiliencia económica de los venezolanos, quienes enfrentan desde hace más de una década una crisis marcada por la devaluación del bolívar.
La labor educativa de la Academia BT&C busca responder a esta realidad. Aunque no ofrece títulos de grado, sus cursos abren puertas a quienes desean entender y usar criptoactivos sin necesidad de conocimientos previos avanzados. “Es fundacional”, afirmó Garrido, vinculando el avance social y económico de una nación a la calidad de su educación. Para él, solo un ciudadano informado puede aprovechar plenamente las oportunidades que ofrecen estas tecnologías.
El especialista también reconoció los retos. La falta de datos oficiales complica el estudio de la adopción, un obstáculo que la academia intenta superar con investigaciones propias. A pesar de esto, la tendencia es clara: las criptomonedas ganan terreno como una solución práctica y accesible. “Sigue siendo una vía expedita”, afirmó Garrido, destacando su simplicidad y utilidad para el venezolano promedio.
El horizonte, según Garrido, está definido. Las criptomonedas ya no son un experimento en Venezuela, sino una realidad normada y en expansión. Queda por ver cómo evolucionará la regulación y qué caminos abrirá o cerrará el Estado. Mientras tanto, se mantiene viva la exploración de un ecosistema que, lejos de confrontar, ofrece alternativas en tiempos de incertidumbre.