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Para este 2019 se calcula que el gasto en el continente supere los USD 800 millones.
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La gestión de identidad es uno de los casos de uso de blockchain con mayor auge en Europa.
La Corporación Internacional de Datos (IDC por sus siglas en inglés), mediante su más reciente Guía de gasto semestral mundial de blockchain, informa que los gastos en este tipo de tecnologías en el continente europeo podrían llegar los USD 4.900 millones para el año 2023.
Los datos estadísticos publicados este 27 de agosto en el sitio web de la IDC, advierten un incremento progresivo en el gasto en tecnologías blockchains en Europa, calculados en más de USD 800 millones para el cierre de 2019, con una tasa anual compuesta de crecimiento (compound annual growth rate o CAGR) de 65,1%, entre 2018 y 2023.
De acuerdo con la guía, se estima que las inversiones del sector industrial o de fabricación por procesos tengan un crecimiento de 69%, entre 2018 y 2023. Asimismo, se prevé que los servicios profesionales y el comercio minorista aumenten sus inversiones en 68% en el mismo lapso. Mientras, el sector de la industria de fabricación discreta lo haría en 67% y el sector bancario en 66%.
La firma remarcó que en 2019 la banca todavía representa el 31% del gasto total en la cadena de bloques, y los casos de uso bancario, entre ellos los pagos transfronterizos y la financiación del comercio, están experimentando un rápido crecimiento. Resaltó que, además de la banca, «otras industrias están cada vez más intensificando y participando en la transformación digital». En ese sentido, la gestión de identidad es uno de los casos de uso en auge en Europa.
Reducir los riesgos
IDC afirma que blockchain ha permitido a las empresas eliminar intermediarios, ahorrar costos y reducir riesgos de fraude y error humano. Sostuvo también que se está volviendo crucial para las compañías europeas tener una forma efectiva y segura de almacenar, proteger y usar los datos personales de los consumidores en los sectores de seguros, banca, gobierno, servicios personales y de consumo. Por ello se están utilizando las blockchains para una variedad de propósitos, incluyendo i-vote (Internet/votación electrónica) y gestión de propiedad intelectual.
Sobre ello, Carla La Croce, analista de investigación senior en IDC, destacó que «las empresas están empezando a ver blockchain no solo por sus recursos relacionados con las criptomonedas, sino más bien como una herramienta de gestión que puede realizar un seguimiento de los artículos, la información y los datos de los clientes». Bajo su óptica, «a medida que el gasto continúe creciendo, lo más probable es que el mercado se adapte y la seguridad y la validez se conviertan en un estándar para el cliente, con más empresas recurriendo a blockchain para una solución segura y fiable».
Por su parte, Mohamed Hefny, gerente de Programa, Soluciones de Sistemas e Infraestructura en IDC, considera que existen algunos desafíos que se supeditan a la falta de reglas y regulaciones, y a la manera de lograr que los pequeños productores de bienes, como los agricultores y pescadores, utilicen las plataformas empresariales. Pese a ello, cree que es prometedor el hecho de que la Comisión Europea reconozca la importancia de este tipo de tecnología.
Estados Unidos y Europa, los que más invierten
A principios de este mes de agosto, IDC emitió un informe en el que reveló que el país con mayores niveles de inversión en proyectos de blockchains en este año es Estados Unidos, con un gasto en soluciones de la tecnología de criptoactivos estimado en casi USD 1.100 millones. Tales cifras dejan ver una tendencia que se mantiene en el tiempo, puesto que para el lapso 2017-2022 , Europa Occidental ocupa el segundo lugar en esta proyección (con USD 661 millones), seguida por China y los países asiáticos de la zona del Pacífico (excluyendo a Japón).
Por último, la IDC consideró que las tecnologías blockchains, permitirán a las grandes empresas y a las firmas emergentes garantizar un mercado digitalizado y basado en datos, que asegure una gestión confiable sobre activos, dinero y los datos personales de los consumidores.