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Powell aseguró que antes de lanzar una moneda digital deben evaluar los riesgos.
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El presidente de la Fed cree que cada decisión de EE. UU. debe tomarse cuidadosamente.
Mientras decenas de países parecen estar embarcados en una carrera por hacer realidad la primera moneda digital de banco central (CBDC), Estados Unidos no tiene prisa por sacar su versión digital del dólar.
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), lo apuntó durante su participación en un encuentro digital convocado por el Fondo Monetario Internacional y moderado por su directora, Kristalina Gueorgieva, este lunes 19 de octubre.
Junto al representante de la Fed, en ese seminario digital estuvo Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS), quien celebró el potencial de control que aportan las monedas digitales. También participaron Ahmed Abdulkarim Alkholifey, gobernador de la Autoridad Monetaria de Arabia Saudita; y Ni Shamsiah Mohd Yunus, gobernadora del Banco Central de Malasia.
Para Powell, el principal motivo de avanzar lentamente hacia el desarrollo del dólar digital es la necesidad de estudiar a profundidad no solo las posibles ventajas sino los riesgos que puede traer el uso de una moneda digital que conviva con el dólar.
“Creemos que es más importante hacerlo bien que ser los primeros, y hacerlo bien significa que no solo observamos los beneficios potenciales de un CBDC, sino también los riesgos potenciales”
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Caída del dólar como moneda de reserva mundial
Las palabras del ejecutivo fueron en respuesta a una observación de Gueorgieva, quien apuntó a la preocupación expresada anteriormente por Powell de que el dólar dejara de ser la moneda de reserva mundial, que reportó CriptoNoticias en junio pasado.
Al respecto, el representante de la Fed señaló que en realidad su preocupación es “estar a la vanguardia de la innovación y los desarrollos políticos y tecnológicos en materia de pagos transfronterizos”.
Pero la preocupación que manifestó en su momento Powell la comparten especialistas, como el inversionista y ex socio de George Soros, Jim Rogers. Como reseñó este periódico, Rogers manifestó a principios de septiembre que se acercaba el fin del dólar como reserva global.
A juicio de Rogers, “algo” terminaría sustituyendo a la moneda estadounidense. Y en ese escenario, el empresario ve al yuan chino ganando terreno, mientras el gobierno chino reduce cada vez más su tenencia de deuda estadounidense.
Otro que ha considerado en ventaja al país asiático ha sido Chris Larsen, cofundador de Ripple, quien consideró directamente que China está ganando la “guerra tecnológica” a Estados Unidos. Particularmente, por sus avances con el yuan digital en contraste con el ritmo con el que la Fed ha tomado el tema.
En su intervención, Powell expuso que antes de lanzar una moneda digital de forma apresurada es mejor evaluar muy bien sus implicaciones. En el caso particular de Estados Unidos, el ejecutivo consideró que su institución tiene “la responsabilidad” con el mundo de que “cualquier paso tomado por EE. UU. con respecto a una moneda digital sea tomado de forma segura”.
“Tomando en cuenta la importancia del dólar globalmente, es esencial que estemos en la frontera entre las investigaciones y el desarrollo de políticas”
Jerome Powell, presidente de la Fed.
Riesgos de una versión digital del dólar
El presidente de la Fed considera que son muchos los riesgos o elementos delicados a tomar en cuenta mientras estudian su iniciativa de moneda digital. Uno de los puntos en los que ha hecho énfasis es la evaluación sobre un posible impacto de una CBDC en las políticas económicas y estabilidad financiera en el mundo.
Otras instituciones, como el Consejo de Estabilidad Financiera, han manifestado esa misma preocupación recientemente, pensando en un escenario en el cual las stablecoins o monedas ancladas a dinero fíat sean usadas globalmente para pagos transfronterizos.
Además, Powell cree que es muy importante estudiar cómo se puede prevenir el uso de estas monedas para actividades ilegales “mientras se preserva también la privacidad del consumidor y la seguridad”.
Sin embargo, hace apenas un par de semanas un informe conjunto en el que participó la Fed perfilaba un mundo con monedas digitales de bancos centrales sin garantías de privacidad ni resistencia a la censura. En ese informe estuvo involucrado también el BIS y los bancos centrales de Japón, Suecia, Suiza, Japón y Europa.
Precisamente, en el mismo encuentro digital, el gerente del BIS celebraba el potencial de control sobre la emisión, las regulaciones y el uso del dinero en general que haría posible la digitalización de las monedas.