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Desde 2011 el precio de BTC y su revalorización a largo plazo ha sido tema de interés periodístico.
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La cobertura centrada en lo técnico fue importante hace unos años pero dejó de ser prioridad.
La relación entre las criptomonedas y los medios de comunicación ha sido compleja en los últimos 10 años. Un tiempo en el que –sobre todo al inicio – escasamente los medios de comunicación se atrevían a hablar de bitcoin (BTC).
Hay algunos registros de esas escasas publicaciones. «El valor de un bitcoin, una moneda digital que cotiza en redes entre pares, se ha multiplicado por más de nueve en dos meses, pasando a más de 8,60 dólares el viernes por la tarde», publicó el New York Times el 30 de mayo de 2011.
Este es uno de los primeros textos sobre bitcoin (BTC) que se publica en uno de los principales medios de comunicación estadounidenses, destacando la rentabilidad del 900% que había alcanzado la moneda digital para esa fecha. Poco días después, el Wall Street Journal publicó un artículo donde explicaba a los lectores «el fenómeno de Bitcoin».
Tal como señala un informe de la empresa de análisis financiero El Sevier, al comienzo de esa década el rendimiento de BTC era parte de unas cortas notas, donde los medios comentaban la nueva tecnología en el marco de informaciones financieras. Aunque ahora la situación es muy distinta.
La investigación pone énfasis en cómo el interés, que antes se reducía a unos pocos lectores, se incorporó a la cultura pública, logrando que Bitcoin y las criptomonedas sean actualmente un área importante de la cobertura periodística.
No obstante, debido a la complejidad del tema, muy pocos periodistas se han ocupado de informar sobre la nueva tecnología, sobre todo en los primeros años del protocolo.
Al principio, el devenir del ecosistema solía ser abordado por expertos en la tecnología e inversionistas. Compartían sus ideas en redes sociales, foros y espacios de nicho. En ese momento era limitado el número de personas del público general que asistían a los eventos que periódicamente reunían a los miembros de esta comunidad.
Con el tiempo, comenzaron a surgir los primeros medios especializados en inglés, seguidos por periódicos en español, estando CriptoNoticias entre los pioneros. Fue así cómo, paulatinamente, en la última década se han ido incorporando cada vez más periodistas a la cobertura de noticias relacionadas con este disruptivo ecosistema.
Entre los precursores resalta el caso de Michael Casey, un veterano reportero del Wall Street Journal especializado en la cobertura de noticias económicas. Comenzó a escribir sobre BTC en 2013 y tras una primera fase de rechazo, en la que veía a bitcoin como una burbuja, se transforma en fanático de las criptomonedas.
Relatos semejantes se conocen en el medio, con profesionales que llegan a escribir sobre bitcoin con poco conocimiento, y que luego se convierten en expertos y hasta en férreos defensores.
Manejar conceptos, lo más difícil
Pero el proceso de contar historias sobre Bitcoin no es nada fácil para muchos profesionales de la comunicación, según relatan periodistas que fueron partícipes de esa dinámica a lo largo de los últimos 10 años.
Sin formación previa, los reporteros inexpertos deben enfrentarse a una larga lista de conceptos técnicos. Se trata de una serie de frases, acrónimos y palabras, usualmente en inglés, que son indispensables para aprender sobre esta tecnología. A fin de entenderlos han tenido que acudir a especialistas, documentos y textos fundacionales, como el White Paper de Bitcoin.
«Lo más difícil fue comprender suficientemente los aspectos técnicos de esta tecnología», dice Genny Díaz, quien fuera directora de contenidos en CriptoNoticias. «Sin una buena base técnica es muy complicado interpretar correctamente los hechos para crear un contenido veraz, pertinente y comprensible para el público».
Lo mismo relata Froilán Fernández, un experimentado periodista venezolano que incursionó en el periodismo bitcoiner en 2017. Por varios años se dedicó a la cobertura del mercado en este medio.
«Las dificultades iniciales tenían que ver en mi caso, con la comprensión del trading», explica, señalando que era una curva de aprendizaje doble: comprender el protocolo de Bitcoin y familiarizarse con el mundo de los traders.
La idea es compartida por el argentino Fernando Clementín, quien estuvo un buen tiempo escribiendo en la sección de Tecnología de este periódico. Resalta que el siguiente reto –luego de asimilar una serie de términos técnicos– es comunicar esos conceptos en un lenguaje sencillo. Una dificultad que recomienda resolver con el uso de paráfrasis y comparaciones.
El mismo problema está presente entre los detractores de las criptomonedas, como ocurre en el caso del periodista Nelson Rauda, de El Faro, un medio salvadoreño conocido por mantener una línea editorial que se opone al presidente Nayib Bukele y que cuestionó fuertemente su estrategia con Bitcoin.
Rauda confiesa que tuvo que aprender a marchas forzadas cuando el gobierno de su país anunció, en septiembre de 2021, que BTC se convertiría en una moneda de curso legal. Un estatus que cambio a inicios de este 2025.
A su juicio, si bien es necesario conocer los conceptos básicos relacionados con esta tecnología, la clave está en no enfocarse en ella, sino en su relación con las personas. «La tecnología no es una historia por sí misma. Lo verdaderamente importante son los casos de uso», expresa.
Esta es la vía que han tomado la mayoría de los medios generalistas en este camino evolutivo de más de 10 años. Lo tecnológico, que antes era fundamental, ha pasado a segundo plano bajo el enfoque de los periódicos; al igual que la asociación que se hacía de bitcoin con el crimen.
Los investigadores de El Sevier muestran los cambios de narrativa que han observado en la última década en el siguiente resumen:
Y aunque esta estrategia que deja de lado lo técnico parece ser el eje de una gran cantidad de publicaciones, no ocurre lo mismo en medios especializados. En ellos, explicar cómo funciona esta tecnología, y sus implicaciones en lo cotidiano, no deja de ser transversal y un elemento necesario para lograr la comprensión del público.
Bitcoin sigue causando desconcierto
Visto lo anterior, se entiende que la creciente adopción de criptomonedas y su incursión como parte importante del mundo de las finanzas globales, ha llevado a su reconocimiento como área de gran interés periodístico.
En la última década bitcoin ha registrado una apreciación de más de 35.000% y el promedio de su apreciación anual es del 80%, lo cual representa un rendimiento extraordinario en comparación con los activos tradicionales.
Froilán Fernández, periodista.
Todos estos cambios, que abarcan su inserción en la dinámica geopolítica mundial, han hecho obligatoria una mayor especialización en los medios y de los periodistas. Lo que es evidente en el mundo de las noticias actualmente. «Hoy definitivamente hay más periodistas expertos en el tema», comenta Díaz:
Esto ha sido bueno para el ecosistema porque los usuarios tienen opciones para acceder a informaciones de calidad. Aunque también han surgido plagiadores y buscadores de interacción que generan desinformación.
Genny Díaz, periodista.
Ante esta situación, y a pesar de los avances, el abordaje de historias sobre criptomonedas sigue siendo uno de los mayores retos para el periodismo.
De hecho, en este tiempo se han conocido quejas de los lectores especializados sobre los periodistas inexpertos. Lo hizo el bitcoiner Nic Carter en este artículo donde criticó la capacitación de un reportero que confundió a BTC con una moneda estable.
Todavía abundan los comunicadores que se siente desconcertados ante el ecosistema y a quienes les cuesta redactar informaciones. A CriptoNoticias han llegado aspirantes que luego se retractan ante la dificultad.
Mientras tanto, «el avance de la tecnología no se detiene. El propio protocolo enfrenta desafíos como la evolución de su privacidad. Y frente al desconocimiento de la mayoría sobre sus beneficios, el mayor reto es que la educación sobre Bitcoin avance más rápidamente», concluye Froilán Fernández.
Genny Díaz coincide, aunque ve a futuro una mayor cantidad de periodistas entrenados, con un dominio que les facilitará llevar información más clara y veraz al público.
«Será muy favorable ver más noticias, análisis y opiniones de calidad, fundamentadas e interesantes. Sería positivo para el ecosistema que existan líneas editoriales diversificadas y que la información no esté sesgada por los intereses de las corporaciones».