-
Más de 20.000 comercios pueden optar por aceptar bitcoin en Venezuela.
-
El gobierno venezolano incursionó en la minería de bitcoin este año.
Repasando los acontecimientos de este año 2020, podemos decir con propiedad que ha sido uno especialmente movido para la adopción de bitcoin y criptomonedas en Venezuela. Particularmente, tomando en cuenta la cantidad de comercios que han comenzado a aceptar pagos con estas monedas. Y no hablamos de pequeños negocios, sino de cadenas de todo tipo.
Más allá de las carencias económicas y de infraestructura, en el país suramericano hubo un claro auge en la adopción de bitcoin para pagos este año, en el que prevaleció precisamente la necesidad de mecanismos digitales para comercio a raíz de las medidas de confinamiento en todo el planeta.
Tal ha sido el escenario, que antes de cerrar el tercer trimestre, la firma de investigación y rastreo de blockchains Chainalysis situó a Venezuela entre los países con mayor índice de adopción en el mundo. El país suramericano ocupaba el tercer lugar en una investigación, solo por detrás de Ucrania y Rusia.
La posición ocupada por Venezuela se debe a que se mantuvo entre los países que más movieron dinero a través de intercambios p2p de criptomonedas (LocalBitcoins, Paxful), algo que ha venido ocurriendo en los últimos años.
Destaca además el hecho de que el país caribeño estuvo ubicado entre los primeros 20 del mundo en todas las facetas de adopción que analizó Chainalysis. Al ya mencionado intercambio entre pares se suman el valor de las transacciones recibidas en general, las transacciones en comercio minorista y el total de depósitos en criptomonedas.
Devaluación del bolívar: motor para adoptar bitcoin en Venezuela
Lo que viene siendo una triste costumbre, se mantuvo este año en Venezuela: la población se ve obligada a resistir la hiperinflación y la constante depreciación de su moneda local, el bolívar (VES). Y bitcoin ha sido una de sus opciones de resguardo, a pesar de que cada vez circulan con más libertad dólares en el día a día.
Tanta ha llegado a ser la influencia de bitcoin en el devenir cambiario venezolano que, a comienzos de la pandemia, se convirtió en clara referencia para fijar la tasa de cambio, con el llamado «dólar bitcoin».
Cuando comenzó este 2020, el precio de bitcoin equivalía «apenas» a 396 millones de bolívares. Al momento de redacción de este artículo, ya la cifra supera los VES 34.000 millones.
Podría pensarse que esto se debe al año histórico de bitcoin en el mercado. Pero lo cierto es que, incluso en momentos bajistas, en Venezuela el precio de bitcoin suele mantenerse al alza en el largo plazo.
Cuando apenas rozaba los 400 millones en moneda local, bitcoin tenía un precio de 7.200 dólares. Cerca del final de abril, ya la criptomoneda superaba los VES 1.000 millones. En ese momento, la criptomoneda se recuperaba de una gran caída en marzo y su valor en dólares era muy similar que el de los primeros días del año. Pero el bolívar mantenía su depreciación.
Para junio, ya había superado los 2.000 millones en moneda local. Y, luego de un año más, no hubo vuelta atrás para esa tendencia. A mediados de noviembre, CriptoNoticias reportó que ya BTC había aumentado más de 2.500% en Venezuela, superaba los 10.000 millones de bolívares y causó un error en el tabulador de precios del mercado p2p de Binance. En dólares, el incremento de la criptomoneda era solo de 135%.
Bitcoin y criptomonedas para el día a día en Venezuela
Ya en Venezuela se había instalado el uso de bitcoin como medio para la recepción de remesas, como resguardo ante la devaluación o incluso para la especulación a través del trading. Y aunque había avances en adopción de criptomonedas como medio de pago, este año hubo un fuerte avance en este sentido.
Un hito en particular marcó ese destino: la alianza entre Mega Soft, principal proveedora de puntos de venta del país, y la empresa Cryptobuyer, que sirve como pasarela de pagos con criptomonedas y liquida a los comercios en fíat (moneda nacional), si así lo desean.
Dicha alianza puso a la disposición de unos 20.000 comercios venezolanos la plataforma necesaria para incorporar las criptomonedas a su oferta de formas de pago. Y a mediados de noviembre, ya al menos 500 puntos de venta habían sido utilizados para procesar algún pago con criptomonedas, informó el director de Mega Soft a CriptoNoticias.
Otros comercios decidieron adoptar directamente la plataforma de Cryptobuyer. Haciendo la lista corta, vemos que este año 2020 hubo al menos tres cadenas de supermercados que comenzaron a aceptar bitcoin y criptomonedas en Venezuela: Rattan y Sigo, en Margarita, destino turístico venezolano por excelencia; y Excelsior Gama en la capital, Caracas. También la franquicia de comida rápida Pizza Hut y los hoteles Tamanaco Intercontinental y Eurobuilding se subieron a la ola este año.
La misma Cryptobuyer anunció además el lanzamiento de un nuevo producto que podría incrementar exponencialmente el uso de bitcoin y criptomonedas para gastos diarios: una tarjeta Visa prepagada. El instrumento se puede fondear con cualquiera de las monedas aceptadas en la plataforma: además de BTC, esa lista incluye a ether (ETH), litecoin (LTC), algunas stablecoins como tether (USDT) y el propio token de la compañía, XPT.
Diversidad de productos y opciones con bitcoin
Mientras cientos de comercios comenzaron a incorporar los pagos con bitcoin, en Venezuela fueron surgiendo nuevas opciones y alternativas para que sus ciudadanos usen criptomonedas.
La gran novedad fue la incorporación del p2p del exchange de origen chino, Binance. Se trata de una alternativa a plataformas como LocalBitcoins que ofrece la posibilidad de comprar o vender varias criptomonedas con la moneda local venezolana o incluso con métodos de pago como PayPal, muy usado por los ciudadanos para recibir pagos desde otros países.
También durante 2020 llegaron a Venezuela opciones como el exchange SatoshiTango; Uphold habilitó la posibilidad de pagos en euros o dólares usando bitcoin; y Panda puso en funcionamiento un bot de Telegram para el comercio de criptomonedas.
No todo fueron avances, eso sí. Aunque a comienzos de año parecía que todo estaba listo para la llegada de cajeros que permitieran vender bitcoin (ya había algunos para la compra) por efectivo, esa instalación no se llegó a materializar. Se desconoce los motivos detrás del freno a esos planes y si serán retomados en 2021.
Avanza Locha Mesh, proyecto venezolano para transar con bitcoin sin internet
Uno de los proyectos creado por venezolanos más interesantes también tuvo avances significativos en 2020. Locha Mesh, que desarrolla un dispositivo para la transmisión de transacciones de bitcoin aún sin acceso a internet, recibió apoyo económico de la comunidad de Monero a comienzos de año.
Utilizando redes mesh o de malla, Locha se presenta como una opción para enviar transacciones sin acceso a internet, una de las preocupaciones en el país por los problemas de infraestructura que le afectan actualmente. Así, ante un eventual fallo del sistema eléctrico, que ya ha ocurrido anteriormente, los usuarios podrían seguir transando con bitcoin en Venezuela.
También, ofrece un salto hacia adelante en términos de privacidad, razón por la cual el proyecto obtuvo financiamiento de parte de la comunidad de Monero, criptomoneda enfocada precisamente en ofuscar la trazabilidad.
Poco después, miembros de Locha Mesh anunciaron el inicio de la preventa de su equipo, el Turpial; mientras se mantenía todavía en desarrollo tanto el software como el hardware definitivo.
A mediados de año, Locha logró la sincronización de su primer bloque de la red Bitcoin sin estar conectado a internet. Y aunque todavía se espera la versión definitiva de este equipo, es mucha la expectativa que despierta el proyecto.
Sanciones, restricciones y «adioses» de empresas de criptomonedas
No todo fueron risas y alegrías para la comunidad bitcoiner. Mientras unas opciones crecieron exponencialmente, este 2020 se cerraron varias puertas para bitcoin en Venezuela. Básicamente, por las sanciones de Estados Unidos que pesan sobre el país.
Quizá el peor de los casos fue el de Paxful, que en primera instancia eliminó la posibilidad de transar en su servicio p2p usando el Banco de Venezuela, entidad estatal directamente sancionada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés).
Luego, la empresa notificó que cerraría cuentas de clientes que operaran con el petro, el experimento de criptomoneda del gobierno venezolano. Pero la presencia de Paxful en Venezuela se siguió complicando, y a mediados de septiembre de este 2020, el exchange de bitcoin entre pares anunció su salida definitiva del país.
A finales de octubre, fue Xapo la que notificó la suspensión de sus servicios en territorio venezolano.
Las sanciones abarcan a empresas de criptomonedas. Uno de los exchanges con aprobación gubernamental, Criptolago, llegó a ser investigado por Chainalysis, presumiblemente por sus operaciones con el petro y por posible participación en la evasión de sanciones.
A la par, Estados Unidos levantó cargos contra el superintendente de criptomonedas del gobierno venezolano, Joselit Ramírez, por evasión de sanciones vigentes y presuntos «cargos criminales».
Esta teoría del uso de bitcoin y criptomonedas para evadir sanciones en Venezuela no es una historia exclusiva de 2020. Según diversos reportes, el gobierno venezolano ha usado este mecanismo anteriormente, pero este año parece haber llegado a un nuevo nivel. Especialmente, con la aprobación de la «Ley Antibloqueo», descrita por el propio presidente Nicolás Maduro como un mecanismo contra las sanciones que se valdrá del uso de criptomonedas.
Mientras tanto, el gobierno ha estado negociando incluso en acuerdos internacionales usando BTC. Al menos, así lo asomó una fuente anónima del Banco Central de Venezuela, según la cual ya el gobierno habría pagado a aliados como Turquía e Irán con la criptomoneda.
Lo cierto es que, además de su impulso al petro, el gobierno del país suramericano cada vez se interesa más por las criptomonedas. Este año resalta en ese sentido la inclusión de monederos de criptomonedas en el sistema de subsidios Patria y la aprobación de una plataforma de finanzas descentralizadas (DeFi) nacional.
Gobierno y militares minando bitcoin en Venezuela
El interés que despierta Bitcoin en las esferas gubernamentales venezolanas es evidente. Y este año, una noticia en particular sacudió el entorno en el país suramericano: el gobierno de Venezuela incursionó oficialmente en la minería de bitcoin en 2020.
Con la mirada puesta precisamente en saltarse las sanciones, el gobierno inauguró una granja minera en una instalación militar de Caracas. Denominado como Centro de Producción de Activos Digitales, este espacio fue creado para generar «ingresos imbloqueables», en palabras del general Lenin Herrera, comandante de la 61 Brigada de Acondicionamiento de Ingenieros G/B Agustín Codazzi, equipo encargado de gestionar el lugar.
Mientras esto ocurría, organismos gubernamentales propusieron la creación de un pool nacional y llamaron a discusiones a los mineros del país. En este escenario, se creó un nuevo registro de quienes operan máquinas de minería. Y más recientemente, la estatal que se encarga del servicio eléctrico en el país, Corpoelec, firmó un acuerdo con la Superintendencia de Criptomonedas (Sunacrip) para fijar tarifas especiales de electricidad a la minería.
Pero en la práctica, estos encuentros no beneficiaron a quienes se dedican a la minería de bitcoin y criptomonedas. Por el contrario, el gobierno prohibió operar equipos de minería en viviendas del programa de adjudicación público Gran Misión Vivienda Venezuela, incautó máquinas y hasta desconectó a mineros en una de las entidades del centro del país, Carabobo.
Todo esto, en un país donde la minería se ha convertido en una actividad muy atractiva, debido precisamente al subsidio del servicio eléctrico por parte del Estado. Aunque no es gratuito, el servicio es muy económico. Por eso, incluso con las fallas de infraestructura y lo riesgos físicos y jurídicos, a mediados de año un estudio ubicaba a Venezuela entre los 10 países con mayor presencia en la minería de bitcoin.
De insistir con el petro a plantearse la dolarización
Puede parecer exagerado, pero la postura económica del gobierno venezolano podría haber dado un vuelco este año. A comienzos de 2020, había una fuerte promoción y una clara canalización de esfuerzos hacia el uso del petro.
Esa actitud se venía arrastrando desde finales del año anterior, con el fallido experimento de otorgar bonificaciones navideñas usando la supuesta moneda digital, que terminó siendo un problema para los comercios que lo aceptaron.
A pesar de comenzar el año con los problemas de liquidación y uso de la plataforma para pagos, los primeros meses se mantuvo la política de posicionar al petro. La premisa parecía ser la de incluir al petro en el día a día, como fuera posible: así, se anunció el pago con petros de servicios gubernamentales, apuestas hípicas, tarifas portuarias, operaciones de aerolíneas, suministro de gasolina y hasta la creación de un casino.
También hubo nuevos bonos con petros, esta vez a personal médico; se creó un impuesto a las transacciones con criptomonedas teniendo al petro como única excepción; pero nada lo hizo calar entre los venezolanos.
¿La decisión final? No se sabe a ciencia cierta, pero un reporte de Bloomberg citando fuentes anónimas apunta a una futura dolarización en el país. Según dicha publicación, representantes del BCV y entidades privadas se estaban reuniendo para discutir el plan de dolarización, con el fin de oficializar algo que ya ha ocurrido de facto en el país suramericano.
Se desconoce el impacto que esto podría tener en la adopción de criptomonedas entre los venezolanos, que todavía confían en el dólar para enfrentar la crisis. Lo único seguro hasta ahora es que 2020 marcó un antes y un después para bitcoin en Venezuela.