R3CEV, reconocido consorcio del ecosistema, publicó una interesante investigación sobre la posibilidad de que los bancos centrales del mundo se descentralicen a partir de la implementación de la tecnología de contabilidad distribuida.
Con el crecimiento del interés de numerosas de estas instituciones financieras en la tecnología blockchain, el horizonte descentralizado toma cada vez mayor forma, aunque la investigación de R3 incluye no sólo las fortalezas sino algunas de las principales debilidades de esta perspectiva.
La implementación de este tipo de tecnología podría darse a través de dos vías principales: que los registros se realicen en una blockchain pública, que no requiera permisos; o a través de una cerrada y con restricciones definidas. Ambas vías tienen sus pros y contras, y es precisamente sobre este terreno en el que trabajaron los investigadores del R3.
Para nadie es un secreto la migración que los grandes bancos centrales del mundo han hecho desde el dinero impreso al digital, y, en esta transformación, la tecnología de contabilidad distribuida parece tener mucho que contribuir.
Los bancos insertan estos recursos en la economía de sus países a través de una serie de acciones de política monetaria, que incluyen la venta de bonos del Estado, lo que permite a los agentes de valores abastecerse con efectivo. La implementación de blockchain podría ampliar el abanico de posibilidades para que los bancos inserten estos fondos digitales en la economía de sus países, incrementando la confiabilidad y el control sobre las transacciones.
Lo que realmente distingue la idea de este tipo de moneda digital del banco central es que, si bien se genera dentro del balance del banco central, con ella se podrían realizar transacciones fuera del balance de este.
Rod Garratt
Miembro del equipo académico
Ya han ocurrido las primeras pruebas. De hecho, el proyecto Jasper, que lleva adelante R3 junto al Banco Central de Canadá, ha arrojado luces sobre la estrategia que implica un registro de transacciones con restricciones, en donde se privilegia la privacidad.
La implementación de una criptomoneda llamada CAD-coin -una versión con restricciones de Ethereum, sin la criptomoneda de la blockchain, ether-, que, a pesar de que no tiene efecto directo en las políticas monetarias y financieras de la entidad bancaria, ha permitido estudiar esta estrategia de adopción. Junto a algunos bancos privados, se han hecho algunas pruebas para cambiar estas criptomonedas por iguales cantidades de dinero digital, estableciendo que la liquidación de las CAD-coins fuese diaria.
Durante la prueba los bancos tenían direcciones públicas para facilitar el ensayo, pero se entiende que para atender de manera segura las transacciones, se necesitará mucha más información. En el reporte de R3 se expresa que esta implementación reduciría las CAD-coins a un método de pago y no ayudaría a la descentralización de manera tan efectiva, pues siempre los bancos tendrían que intervenir.
Del otro lado se encuentra Fedcoin, una solución bancaria sin restricciones, cuyo principal inconveniente es que dejaría en manos de muchos la posibilidad de minar o producir este tipo de monedas, por lo que, a pesar de que la descentralización parece el futuro, aún se está trabajando en las herramientas que permitan lograrla.