En un documento publicado este 4 de octubre, el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, explicó los beneficios que podría tener la tecnología blockchain para los bancos centrales del mundo.
La declaración llamada Digital Innovations, Finance and Central Banking. Remarks at the CPMI workshop on digital innovations: Money in the digital age (Innovaciones digitales, finanzas y banca central. Observaciones del taller de CPMI de innovaciones digitales: Dinero en la era digital), comienza explicando los beneficios de una red cooperativa. Menciona que durante los últimos años de desarrollo tecnológico, el sistema de bancos centrales se ha resumido al uso de supercomputadoras para garantizar que las transacciones se realicen de forma segura y expedita, a través de una única entidad que se ha ganado la confianza de los usuarios para manejarse de forma justa y transparente, pero que el uso de tecnología blockchain podría cambiar esta concepción.
Dicha tecnología facilita el uso de redes distribuidas y puede ayudar con la descentralización, «Mientras que la mayoría de los esfuerzos de aplicación de blockchain y DLT se encuentran en una fase experimental, se espera que se avance más al enlazar la infraestructura actual con el comercio electrónico, la economía de interacción y los datos obtenidos a través de esos nuevos negocios», afirmó Kuroda, añadiendo además que:
En la práctica, una estructura de red óptima es poco probable que sea puramente centralizada o descentralizada; es probable que sea una combinación de las dos. Por ejemplo, un sistema centralizado no necesariamente implica que el procesamiento de la información debe estar concentrado en un único lugar.
Haruhiko Kuroda
Gobernador
Finalizó el comunicado explicando que, aunque las ventajas de la exploración de estas tecnologías aplicadas a los bancos centrales han sido consideradas, el Banco de Japón no tiene ninguna intención de introducir una Moneda Digital del Banco Central (CBDC), ni tiene ningún plan de aplicarla en un futuro cercano para reemplazar al papel moneda, pues este puede ser utilizado en cualquier momento; 24 horas del día y 7 días de la semana; mientras que la alternativa digital estaría limitada por el acceso al banco central y la Liquidación Bruta en Tiempo Real (RTGS), problemas que tendrían que ser explorados para dar una solución permanente y así reducir las posibles fallas de estabilidad.
Cabe mencionar que en diciembre de 2016 el Banco de Japón en conjunto con el Banco Central Europeo comenzó una investigación de la tecnología DLT llamada Proyecto Stella, que buscaba analizar la posible aplicación de esta en infraestructuras de mercados financieros.
Se condujeron experimentos donde fueron replicados, a través de una aplicación DLT de acceso público, los sistemas de ahorro de liquidez BOJ-NET y TARGET2 (los sistemas de ambos bancos centrales) y luego se sometieron a una serie de pruebas. La conclusión de los resultados, revelados este 4 de septiembre, fue que las soluciones basadas en DLT pudieron cumplir con los requerimientos de sus sistemas sin problemas, sin embargo, mientras más larga la red y mayor distancia entre los nodos, más tiempo toma procesar una transacción. Aunque fueron prometedoras conclusiones, esta tecnología es aún muy inmadura aún para implementaciones a gran escala, según estas entidades.
Pero esta posición puede ser sólo temporal, dado que Japón ha sido uno de los países donde se ha dado más apertura a la exploración de la tecnología blockchain y las criptomonedas, como a principios de año cuando se legalizó el uso de Bitcoin como método de pago, o la exoneración de impuestos al consumidor en pagos con criptomonedas.