Tras los últimos pasos en el desarrollo de tecnología para Internet de las Cosas (IoT), el equipo de IOTA, en alianza con la compañía de software Luxoft y la Universidad Politécnica de San Petersburgo, van a supercomputar el protocolo blockchain Tangle.
El anuncio fue hecho en el blog de David Sønstebø, fundador de IOTA. La startup utilizará un software diseñado por la compañía suiza Luxsoft para que la supercomputadora de la Universidad Politécnica de San Petersburgo -capaz de procesar 1.1 PetaFLOP (un término para referirse a un tipo de rendimiento computacional)-, soporte la prueba donde se espera poder analizar varios escenarios con la blockchain Tangle, como parte de su objetivo para crear una red de interoperatibilidad entre equipos electrónicos que estén conectados a IoT.
El supercomputador es un proyecto de ingeniería que tiene como objetivo entrelazar los aportes en nuevos materiales, nanotecnología, ecología, biotecnología, bioinformática, cibernética y otros campos de conocimiento, para crear soluciones a problemas globales. El proyecto liderado por el grupo RSC, persigue la posibilidad de integrar el poder de la supercomputadora con las ideas de desarrolladores científicos de todo el mundo.
Tangle es un protocolo que administra la blockchain descentralizada y distribuida de IOTA, el cual no otorga una recompensa controlada a los mineros de la red y utiliza un tipo de criptografía cuántica como un sistema de seguridad preventivo y como método de consenso intrínseco a la red, que provee mayor velocidad en tanto haya más usuarios en la red.
Otra de las soluciones de la blockchain de IOTA consiste en que los gastos de las transacciones se utilizan para cubrir los gastos de minería y minimizar los ataques de spam. El sistema además está provisto de un umbral mínimo para los pagos de las transacciones.
Si confirman los resultados obtenidos hasta ahora, las investigaciones alrededor del protocolo Tangle, que aportan valiosas pruebas de contenido tanto para la academia como para el equipo de desarrolladores, permitirá la estandarización del protocolo. Debido a que el protocolo no requiere un hardware avanzado porque no hace uso de scripts cuya lógica de procesamiento sea muy avanzada, las posibilidades de escalabilidad de la red son prometedoras.
A continuación, puede ver el video de la supercomputadora de la Universidad Politécnica de San Petersburgo, donde se realizará este proyecto:
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