Tres de las más grandes organizaciones de derechos de autor se unieron y anunciaron, a través de un comunicado publicado por IBM, que explorarán las aplicaciones de blockchain, buscando establecer un enfoque en beneficio de los autores, compositores y editores de música.
El grupo está formado por SACEM (Sociedad de Autores, Compositores y Editores de Música), Ascap (Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores) y PRS por la Música (PRS for Music), quienes en colaboración con IBM, desarrollaran la aplicación en el Hyperledger Fabric de Linux.
Por consiguiente, la meta principal de la unión de estas organizaciones es crear una aplicación o solución basada en blockchain para el manejo de los datos en relación a los derechos de autor, sobre todo en la industria musical, y así posibilitar una conexión tangible entre el tiempo en que se crea el contenido y el momento en que este se consume. Juntos crearán un sistema de gestión de enlaces entre ISRC (códigos internacionales de grabaciones de música) y ISWCs (códigos internacionales para obras musicales).
También, otro objetivo de la iniciativa es que la aplicación permita a las empresas crear una base de datos y metadatos de obras musicales, compartidos y descentralizados, con capacidad de seguimiento y actualización en tiempo real.
De igual forma, por ser una plataforma de registro distribuido y descentralizado, podrá abordar cuestiones relacionadas con los conflictos de identificación alrededor de una misma obra y los titulares de derechos múltiples. Estos, a veces llamados derechos conexos, pueden ser los que están relacionados al compositor y el intérprete de una sola obra, o cuando existen varios compositores de una misma obra –por ejemplo).
Básicamente, el motivo general de la iniciativa es mejorar el proceso relativo a los derechos de autor. Actualmente, y desde la aparición del internet y el nacimiento de Napster, la propiedad intelectual de músicos, compositores y autores es constantemente violada. Seguidamente, los nuevos servicios que han surgido como el streaming (Spotify, iTunes, Google music, e incluso Youtube) han marcado un nuevo hito, como lo hizo en su momento el internet, el intercambio P2P y la grabación digital, revolucionando la industria musical por completo.
Ahora, la aplicación que propone este grupo -dice el comunicado:
(…) con un gran potencial, mejorará la correspondencia entre estos dos conjuntos de datos (ISRC y ISWCs) y optimizará la identificación de los titulares de derechos, reducirá el riesgo de errores y costes de límite, y en última instancia a acelerar la concesión de licencias.
De esta manera, las obras pueden ser distribuidas y compartidas, manteniendo tanto los derechos morales (este derecho es simplemente la adjudicación de un nombre o un autor a la obra en sí, más allá de las ganancia monetaria, y usualmente debe estar presente) como el derecho patrimonial (ganancia monetaria) están ligados directamente al autor, sin necesidad de intermediarios.
Al respecto de la tecnología y sus posibilidades en la industria musical, el director general de la Sacem explicó en el mismo comunicado:
A través de este experimento, queremos desarrollar nuevas soluciones con blockchain, para hacer frente a un conocido problema de larga data y profesionales de la música – un problema que ha aumentado de forma significativa con la creciente descentralización de la distribución de los derechos sobre las obras musicales en línea. En el desarrollo de este proyecto blockchain junto Ascap y PRS for Music, captaremos más valor para el beneficio de los creadores y editores de música en todo el mundo.
Y paralelamente, el director de PRS for Music agregó que:
La blockchain y las tecnologías de contabilidad distribuida (DLT) abren un nuevo campo de oportunidades para que todos los sectores puedan hacer frente a los retos de larga data. El mercado digital requiere informes en tiempo real en nombre de múltiples actores en todo el mundo. Si blockchain puede ayudar a lograr este objetivo, ofrecerá nuevas oportunidades para los desarrolladores de nuevas aplicaciones digitales, mejorar la fiabilidad de los pagos de derechos de autor y el valor de liberación para los titulares de derechos.
Por otro lado, debemos recordar que la unión de estar organizaciones junto a IBM, no es el primer caso en que se relaciona la blockchain con la industria musical ni los derechos de autor, pues ha sido un tema de interés para muchos.
Un proyecto interesante impulsado por unos catalanes es CreativeChain . Una plataforma de distribución de contenidos multimedia que usa la tecnología blockchain y el sellado de tiempo para el registro de propiedad intelectual. Una plataforma totalmente P2P centrada en las licencias abiertas que también usa contratos inteligentes para las relaciones contractuales y de compra de contenidos. Con plataformas como esta se acabará el monopolio y la censura en los medios tradicionales de contenidos.
Sin hablar del proyecto en sí prefiero hablar del tema de los derechos de autor y en concreto de los derechos morales. Los derechos morales no son simplemente el reconocimiento de autoría, esa forma de decirlo parece como desprecio. Ya se que hay autores que les gusta más el dinero que un tonto un lápiz, pero lo cierto es que es el derecho verdadero del autor el derecho de autoría, el derecho de reconocer que tal autor/a hizo una obra. Es más, un error enorme que se comete cuando se habla de licencias libres es que es música sin derechos o cuando se habla de piratería se habla de música con derechos de autor. El caso es que los autores renunciemos al derecho de copia, perteneciente a los derechos patrimoniales, porque nos interesa que la obra llegue a cualquiera sin importar el dinero que esta persona tenga, no significa que esté libre de derechos. En realidad la única música u obra libre de derechos es la que está en dominio público o tiene la llamada licencia Creative Commons Zero (CC0).
Por cierto los autores/as copyleft no necesitamos gestionar nada como mucho registrar la obra. Es más para saber eso tan fácil como estar en una plataforma como Jamendo, y así ya sé las veces que escuchan o descargan mis obras. Y como no estoy haciendo las cuentas de la vieja como hacen muchos autores/as y artistas de la Industria que cuando veo que ganan cientos de miles de euros y aun quieren más, me da mucha pena o vergüenza ajena porque ni los derechos de autor ni la propiedad intelectual se hicieron para forrarse sino para incentivar a crear obras, generando un monopolio temporal para que los intermediarios no pudiesen comerciar la obra de un autor/a y por supuesto como fin único y real de que la gente tuviese obras a las que acceder. Y cuando veo que la propiedad intelectual defiende a cuatro, y encima más a los intermediarios que a los autores/as veo que se ha pervertido el origen de la misma, así como de los derechos de autor.
Salu2