Los amigos de la tecnología en Zug, Suiza, ya pueden participar en la prueba piloto de uPort para generar identidades digitales con la ayuda de blockchain y el cantón de Zug.
La prueba tendrá una duración de 14 días, durante los cuales los participantes pondrán a prueba la plataforma blockchain desarrollada por uPort basada en Ethereum.
De acuerdo a lo publicado por uPort, el registro de identidades consiste en cinco pasos. Primero los usuarios deben descargar la aplicación móvil y registrar su perfil en la blockchain. A continuación el ciudadano deberá iniciar sesión en el portal web de Zug ID escaneando un código QR que permitirá que que el usuario ingrese su información personal e ID preexistente.
Posterior a la finalización del registro detallado, la información será verificada por la administración del cantón. Los funcionarios del gobierno de Zug necesitarán iniciar sesión para proceder al cruce de data del ciudadano en cuestión. De lograrse verificar los datos suministrados, emitirá una credencial de ciudadanía digital al usuario. Credencial respaldada por la inmutabilidad de blockchain que hará las veces de identificación de ciudadanía activa.
https://vimeo.com/239157292
Esta prueba acerca a Zug a convertirse en una ciudad inteligente, pues no se pretende solo gestionar las identidades desde la plataforma. Está presente la posibilidad de realizar una prueba de voto electrónico en el primer semestre de 2018.
Asimismo, se proyecta la inclusión de nuevas iniciativas que permitan mejorar la interacción entre los ciudadanos y el gobierno aplicando la tecnología que respalda a las monedas digitales.
Con esta implementación se muestra una vez más un caso de uso de la tecnología blockchain en la vida cotidiana, al mismo tiempo que la sociedad se acerca a las proyecciones futurísticas que pronostican cada vez menor uso de las formas tradicionales.
La identificación verificada con la cadena de bloques es uno de los casos de uso de la blockchain de Ethereum que más ha recibido atención durante este 2017. Pues no solo se ha tratado de identificar personas, sino de rastrear -y por extensión identificar- productos como alimentos, haciendo de este uno de los usos más específicos y posiblemente cotidianos de la contabilidad distribuida.