De acuerdo con datos publicados sobre las variaciones del índice de precios al consumidor (IPC) de países latinomericanos, al cierre del primer cuatrimestre de este año, Venezuela y Argentina presentan los mayores niveles inflacionarios de la región. Un escenario que ha llevado a la población a recurrir al uso de las criptomonedas como una opción de resguardo ante la devaluación.
Con una inflación acumulada, hasta abril de 2018, de 9,7% en Argentina y de 897% en Venezuela (según cálculos de la Asamblea Nacional venezolana), los dos países se enfrentan a problemas económicos que han derivado en crisis inflacionarias que se han agudizado en lo que va de año. Sin embargo, la inflación no es la única característica que tienen en común, pues ambas naciones también vienen experimentado un auge en la adopción de Bitcoin.
El potencial de adopción de Bitcoin en los dos países suramericanos ha sido resaltado desde 2016, cuando un estudio realizado por el académico Garrick Hileman, de la Universidad de Cambridge School y la Escuela de Economía de Londres, determinó que ambas naciones tenían una mayor puntuación en el indicador Bitcoin Market Potencial Index (BMPI), utilizado para medir el potencial de unos 178 países para asumir la nueva tecnología.
En el caso de Venezuela, resalta el aumento del flujo de sus volúmenes de compra y venta de bitcoins (BTC), un fenómeno que viene en aumento desde el año pasado y que califica a esta nación como el territorio con mayor cantidad de transacciones de criptomonedas en América Latina.
Según datos de coin.dance, al cierre de la última semana del mes de junio, el país caribeño registró un volumen que superó los 10 billones de bolívares (521 BTC) en la plataforma de intercambio de Localbitcoins; cifra que representa alrededor de un 45% más sobre el volumen registrado a principios del mismo mes, cuando las transacciones estuvieron por el orden de los 6,9 billones de bolívares.
Venezuela, sometida a desde hace más de una década a un estricto control de cambio, ha visto un desplome brutal de su moneda nativa en este año, en virtud del estallido del fenómeno de la hiperinflación.
Esta situación ha llevado a la población a buscar nuevos métodos de pago, inversión y ahorro, entre los cuales el uso de las criptomonedas crece como alternativa viable y segura, considerando que actualmente no existe una normativa local que regule o prohíba este tipo de intercambio. Ello a pesar de que en abril pasado el gobierno creó un ente gubernamental para supervisar el sector, mientras que algunos voceros gubernamentales anunciaron medidas de seguimiento a las cuentas bancarias nacionales que comercian con criptoactivos.
Aun así, ante la imposibilidad de adquirir divisas, el público venezolano opta incluso por utilizar las plataformas de intercambio de criptomonedas para marcar la tasa cambiaria del dólar estadounidense con respecto al bolívar.
Paralelamente, más comerciantes adoptan las criptomonedas facilitando la compra de productos variados, como repuestos para vehículos, ropa, joyas, servicios en restaurantes, consultas médicas, entre otros. Al respecto, el sitio web Criptolugares tiene registrados 184 comercios en toda Venezuela que reciben BTC, ETH, LTC y DASH como pago.
Un mercado pionero en Argentina
En Argentina, a pesar del cese del control de divisas en 2015, los ciudadanos siguen observando cómo sus ingresos y ahorros se devalúan en la misma medida en que lo ha venido haciendo el peso argentino. La inflación ha derivado en un aumento en la demanda de dólares, lo que a su vez ha generado baja disponibilidad de la divisa. Este hecho ha abierto el paso al uso de las criptomonedas como reserva de valor, lo cual ha servido de ayuda a parte de la población para recuperar poder adquisitivo y valor de sus ahorros sin intervención gubernamental.
Argentina mantiene volúmenes comerciales en Localbitcoins más o menos constantes, que han venido oscilando entre los tres y cuatro millones de pesos argentinos, en las semanas transcurridas desde mayo a junio 2018, de acuerdo con las cifras de coin.dance (unos 24 BTC en la última semana de junio).
El país austral fue uno de los pioneros en el uso de bitcoin en América Latina, ante las restricciones cambiarias experimentadas desde hace varios años. De esta manera, Argentina se ha convertido en un centro de referencia para el desarrollo de los mercados de criptomonedas y tecnología blockchain. Existen unos 200 cajeros automáticos de Bitcoin en el país y Buenos Aires, la capital, cuenta con 145 empresas, organizaciones y profesionales independientes que aceptan bitcoins por sus productos y servicios. Además, el gobierno es receptivo ante las posibilidades de las monedas criptográficas formen parte de la economía nacional y está abierto a discutir su uso.
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