Vadim Kalukhov, director de la Unidad de Tecnología Financiera del Banco Central Ruso, declaró el pasado jueves 3 de junio, que esta institución está considerando la posibilidad de lanzar una moneda digital. «Es innegable que la moneda digital es un tema que sigue en la agenda y hemos visto como el interés en ella ha pasado de tener un enfoque empresarial a ser de interés nacional», aseguró el alto funcionario en una entrevista realizada por Bankir.ru.
Las declaraciones de Kalukhov llegan 4 meses después de que el Banco Central Ruso anunciara que había creado «un grupo de trabajo para evaluar las aplicaciones de nuevas tecnologías para el sector financiero»—entidad que es la que Kalukhov dirige «y que pondrá énfasis en la blockchain y sus aplicaciones». La entrevista al funcionario del banco también se produce a escasos días de que la Duma (la cámara baja del parlamento ruso) discutiera acerca del uso de la blockchain para evitar las sanciones internacionales que le han sido impuestas al país.
De acuerdo con Kalukhov existe un cierto soporte para tecnología blockchain entre los organismos reguladores de todo el mundo, pero los niveles de aprobación varían de un país a otro. «Los organismos públicos de cada Estado apoyan su adopción a un grado variable: algunos países simplemente no tienen suficientes empresas de tecnología, el deseo de hacer esto o el interés en llevarlo a cabo», aseguró el funcionario y añadió: «Nosotros, en el Banco central de Rusia, vemos los beneficios en la reducción de los costos de las transacciones».
Según el director de la Unidad de Tecnología Financiera del Banco Central de Rusia, la institución de la que él forma parte, mantiene en estrecha vigilancia la evolución de la blockchain y las monedas digitales, catalogándolo como «un interés fundamental como regulador», añadiendo: «Si la tecnología permite ahorrar dinero gastado en los costos generales de transacción, entonces nosotros, como el regulador, estamos interesados en ella, ya que esto facilitará la carga global de la población».
Un cambio de postura
El bitcoin y la blockchain fueron recibidos en la Federación Rusa con una frialdad comparable a la misma con la que la criptomoneda fue recibida por el gobierno chino. Todavía a inicios de este año, varias entidades públicas en Rusia estaban apoyando la posible prohibición de cualquier sustituto monetario (como denominaron genéricamente a las criptomonedas). Funcionarios del Ministerio de Finanzas de Rusia, la agencia gubernamental que supervisa la política financiera; miembros de la Duma del Estado (la cámara baja del parlamento ruso) y su Comité de Investigación; mostraron todos sus reservas con respecto al bitcoin y la blockchain.
La situación llegó a tal punto, que para 2014 se había generado una propuesta legislativa para efectivamente prohibir el uso de criptomonedas en territorio ruso, algo que si bien no se concretó, si dejó en clara la actitud del Estado ruso con respecto a la tecnología de las monedas digitales. Curiosamente, ya en ese entonces el Banco Central de Rusia adoptaba una postura más abierta a la nueva tecnología, algo que quedó reflejado en las declaraciones que la vicepresidente de la institución, Olga Skorobogatov, dio en 2014: «El desarrollo del mercado financiero moderno es inseparable del desarrollo de la tecnología financiera».
El panorama parece haber cambiado en Rusia, por lo menos en lo que a monedas digitales se refiere. La postura del Banco Central se vio reforzada por la medida de crear la Unidad para Tecnologías Financieras que Kalukhov pasó a dirigir en febrero de este año y las sanciones internacionales que Rusia ha recibido persuadieron al parlamento ruso de debatir posibles soluciones con el uso de la blockchain.
Por su lado y confirmando que la tendencia parece haberse revertido, Kalukhov recalcó en su entrevista que en Rusia no hay ninguna prohibición existente en la tecnología y aseguró que el Banco Central está en espera de generar su propio reglamento en materia de monedas digitales. «Se permite el uso de la blockchain en el territorio de la Federación Rusa. Si vemos que se necesitan algunas regulaciones para permitir el desarrollo de la tecnología, pensaremos la mejor forma de implementarlas», dijo.