Dash N’ Drink es un proyecto que ha planteado una muy interesante forma de comprar bienes usando criptomonedas, específicamente gaseosas en máquinas expendedoras a cambio de DASH.
La criptomoneda DASH es conocida por enfocarse en la privacidad de los usuarios. Sin embargo, la iniciativa de Dash N’ Drink ha querido demostrar otra de las ventajas de la criptomoneda al construir una máquina expendedora de gaseosas que acepta pagos con DASH de manera instantánea.
A diferencia de Bitcoin, que necesita de confirmaciones por parte de la red para validar una transacción, DASH posee una tecnología denominada InstantX que permite transacciones de manera instantánea a través del «bloqueo de transacciones y un nodo maestro de consenso». Este concepto es similar a los sistemas empleados en los puntos de ventas, aunque sin la necesidad de un ente centralizado que ejerza autoridad.
Según indican los desarrolladores de InstantX; Evan Duffield, Holger Schinzel y Fernando Gutierrez; en su papel blanco introductorio, una vez probado el éxito de esta tecnología podría ser revolucionaria para el ecosistema de criptomonedas y pasar a reducir los largo tiempos de confirmación de Bitcoin (hasta 1 hora) a tan solo unos segundos.
Dash N’ Drink ya ha colocado una de sus máquinas en funcionamiento en Miami. Precisamente en esta ciudad, una de estas máquinas expendedoras será exhibida en la Conferencia Norteamericana de Bitcoin que se desarrolla actualmente.
Si bien la característica de InstantX ha sido desarrollada para DarkCoin y ahora puesta en funcionamiento con DASH, la posibilidad de que se presente el proyecto de Dash N’ Drink en la Conferencia Norteamericana de Bitcoin es un gran oportunidad para que surjan las discusiones sobre posibles formas de integrar ésta tecnología, o desarrollar una similar, al protocolo de Bitcoin.
Esta es otra de las numerosas demostraciones que han surgido en el ecosistema de las criptomonedas que elimina la necesidad de sistemas de pagos intermediarios. Al comprar una gaseosa en una máquina de Dash N’ Drink, la transferencia de dinero va directamente del consumidor al propietario de la máquina a través de la red descentralizada de DASH. Esto deja afuera a los sistemas de pago centralizados y a sus altas comisiones de uso, así como a los pagos en efectivo en estas máquinas que generan tantos malos ratos a sus usuarios como posibilidades de robo.
En el siguiente video podemos observar una demostración de una compra realizada por un usuario ubicado en Canadá y aceptada por la máquina instalada en Miami.